Relato: Ingrediente secreto

Tiempo aproximado de lectura: 2 min.
—Hola, ya vine?
—¿Cómo te fue, mi amor?
—Como siempre.  ¿Ya está lista la cena?
—Por supuesto, cariño. ¿Vienes de mal humor?
—Lo obvio no se pregunta.  ¿Pasaste a la lavandería?
—Sí, cielo. ¡Je, je, je! El jueves me entregan tu vestido.
—¿De qué diablos te ríes? Bueno, ¿y lo demás? ¿Me compraste lo que te pedí?
—Sí, pero no encontré manzanas verdes en el supermercado del centro, únicamente había rojas.

Microrelato: Inspiración

Tiempo aproximado de lectura: menos de un minuto.


     Siempre me ha fascinado la forma en que están ligados los estímulos olfativos al actuar de un depredador. Me cuesta creer que haya desperdiciando tantos días aburriéndome, anegado en la rutina, cuando lo único que necesitaba para resucitar mí delirio, ese que tan exquisitamente me controla, era el aroma de un perfume de mujer. Supongo que así somos los artistas, a veces nos olvidamos que no hay mejor forma de inspiración que simplemente aspirar el entorno.

     Hoy ha venido a la oficina la nueva recepcionista, y la bienvenida que le he dado, con ese efusivo beso en la mejilla, se debe a que al verla, y especialmente al olerla, sentí de nuevo ese deseo vanidoso de alterar a la prensa con una de mis obras de arte. Sí, ella será un buen lienzo. Espero que para esta ocasión logre superar el revuelo de mis cinco obras anteriores. Me encanta que mi nombre artístico, el que los medios me han dado, produzca pavor al resonar por todos lados.

Microrelato: Cerditos

Tiempo aproximado de lectura: menos de un minuto.

–Este cerdito se fue al mercado —¡troch!—, este cerdito se quedó en casa —¡troch!—. Bueno, ya, ya, ¡deja de gritar como una quinceañera que está siendo desvirgada por un asno! No llores, aún vas a poder hacerte la paja con esa mano. Ahora... más vale que comiences a cantar,  ¡o voy a seguir usando este cortador de habanos para terminarte de contar lo que pasó con los demás cerditos! ¿Capisci?

Microrelato: Ética.

Tiempo aproximado de lectura: menos de un minuto.

Tumbe: En algunos países latinoamericanos se le llama así al robo de recursos de una banda delincuencial a otra. 


     Don Pablo realmente apreciaba a esos muchachos, decía que le recordaban a él mismo en sus comienzos.  Debo admitir que para mí Juan y Julio eran dos elementos con mucho potencial, aprovechaban su condición de policías al máximo: robo, extorsión, secuestro, intimidación, distribución, asesinato. Proveían todos los servicios básicos. Desgraciadamente, a inicios de febrero del año pasado, quizá bajo un ataque de ambición desmedida, comenzaron a dedicarse al tumbe de dinero y de droga, y eso, señores, ¡es pasarse de la raya! No tuvimos más opción que decapitarlos para luego enviar un paquete con sus cabezas a la comisaría. Dentro de cada boca pusimos un par de billetes de un dólar; ustedes saben,  nuestra firma registrada, ¡muy importante en este tipo de notificaciones! Fue nuestra forma de recordarle a la policía de que hay que tener el mínimo de ética.



Reseña: La chica de al lado.

Tiempo aproximado para leer la reseña:  8 min.


Título: La chica de al lado.
Autor: Jack Ketchum.
ISBN: ----
No. de Páginas: 320

Sinopsis:

"Los suburbios en una ciudad cualquiera de los Estados Unidos en los años 50. Calles sombreadas, con el césped bien cortado, árboles en líneas perfectas y casas acogedoras. Un lugar tranquilo y bonito donde crecer, siempre que no seas la adolescente Meg o su hermana tullida Susan. 

Relato: La CeniZienta

Tiempo aproximado de lectura: 18 min.
Disponible también en Wattpad.
La muchacha supo por la expresión que puso su padre que el momento que tanto temía por fin había llegado. El Hombre, luego de ver a su amada exhalar el último suspiro, se llevó una mano a la boca y se la apretó con fuerza con tal de contener el suplicio que acababa de restallar en su interior.